miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Alguien sabe que fue de la prima de riesgo?



A los 10 u 11 años, yo tenía un compañero que se apellidaba Riesgo cuya prima, algo mayor que nosotros, traía por la calle de la amargura a todos los de la clase. La verdad es que con las masivas campañas de los medios sobre la prima de riesgo no he podido evitar pensar en alguna ocasión qué habrá sido de aquella chica a la que ni si quiera nos atrevimos nunca a hablar, y creo que era un truco de mi cerebro para evitarme el hastío de un debate tan absolutamente inútil y absurdo.

Hace unos meses no se abría un informativo sin destacar la evolución de la prima de riesgo, -de la de los mercados, no de la de mi compañero de colegio- y a día de hoy nadie habla ya de ella. ¿Por qué?

No se trata de que hayan cambiado los directores de todos los informativos y los periódicos, ni de que haya habido otra noticia que la eclipse. Se trata simplemente de que ya no es noticia, y eso, teóricamente, es bueno.

Lo primero que hay que saber es qué es la prima de riesgo, y el concepto es bien sencillo. La prima de riesgo es lo que su propio nombre indica, es decir, el extra coste o prima que aquel estado de la zona euro que pide un préstamo tiene que pagar para que se lo den en lugar de dárselo a otros. Y es que la deuda que emite el Estado no es más que un préstamo que le hacen aquellos que compran esa deuda. Con ese dinero el Estado paga sus muchas responsabilidades, carreteras, sanidad, educación, policía…

Cuando alguien quiere que su dinero le dé algo más que si lo tuviera en una libreta de ahorro, pero no quiere riesgos, puede optar por dejarle su dinero al Estado y que este se lo devuelva en un determinado plazo y le pague un determinado interés. Eso es la deuda del Estado. Pero puede optar por la deuda del propio Estado o de otros países y ahí es donde se incardina la prima de riesgo, que es la diferencia de la rentabilidad de la deuda a 10 años de España o de cualquier país de la zona euro, con la rentabilidad de la deuda a 10 años de Alemania, entendiendo por rentabilidad el tipo de interés que va a pagar cada uno de esos dos estados a aquellos que inviertan en su deuda a 10 años.

Entendido esto, queda por saber qué es eso del bund y la importancia del diferencial. Bueno pues el bund no es más que el bono alemán a 10 años y el diferencial es la prima de riesgo, que a veces podemos ver también como riesgo país o como spread de la deuda. Así, si el bund está al 3% y el bono español a 10 años al 5%  el diferencial o prima de riesgo, o riesgo país, o spread, será de 200 puntos básicos, o sea 200 centésimas de punto porcentual, lo que quiere decir que un inversor le prestaría su dinero a Alemania al 3% durante 10 años, pero desconfía más de España así que al entender que arriesga más, le pide un 5% por ese mismo dinero a ese mismo plazo. Bueno, pues este sencillo concepto se le ha olvidado al mundo entero a la hora de entender cuál es el problema y donde está la tragedia, si es que la hay, de la prima de riesgo.

Vamos a ponernos en antecedentes. Recordaremos que en 2010 la noticia era que si la prima de riesgo llegaba a los 200 puntos, España sería intervenida por la Unión Europea, porque Grecia lo había sido al llegar a 200. Recordaremos que llegamos y no nos intervinieron. Y llegamos a 300, y a 400 y hasta 460 en noviembre de 2011, y nadie intervino España. ¿Por qué? Pues porque la deuda de un país, que es lo que pone en riesgo su subsistencia, no es la prima de riesgo en una determinada semana, sino que es todo lo que debe sumada esa subasta y las de los muchos años anteriores y además debe ser comparada con lo que ingresa, es decir, con su PIB o producto interior bruto, porque a mayor PIB, más fácil le resultará al Estado pagar esa deuda y viceversa, pero es que además, tener una prima de riesgo baja no es estar a salvo de la quiebra o de la intervención, porque como hemos visto, se trata de un diferencial, o sea, que si por las razones que sea, Alemania tiene que pagar un tipo mucho mayor por su deuda a 10 años, nuestra prima de riesgo bajará automáticamente sin que la situación de nuestro endeudamiento haya variado ni un ápice. En el caso de Grecia, su deuda era del 100% de su PIB, o sea que debía el 100% de lo que ingresaba y como es lógico acudió a un rescate, pero no por su diferencial, sino por su nivel de endeudamiento.

Mucho más coloquialmente, el Estado necesita dinero, y para conseguirlo emite deuda a distintos plazos, y uno de esos es a 10 años y los inversores quieren un interés determinado por dejarle su dinero. El interés que salga en la subasta será el que el Estado tenga que pagar, de modo que a mayor tipo, más caro le sale al Estado, que no hay que olvidar que somos todos, financiar sus pagos. Si eso pasa sólo durante unas semanas, pues no pasa gran cosa, pero si se alarga en el tiempo, llegará un momento en que los intereses que tiene que pagar sean tantos que el Estado no pueda hacerles frente, por lo que los inversores no querrán dejarle dinero por miedo a que el Estado no se lo devuelva o no le pague los intereses, y  el Estado no podrá financiarse y entonces no cobrarán los médicos, ni se podrán arreglar las carreteras, ni podrá importar energía eléctrica o gasolina… y eso es lo que las intervenciones tratan de evitar.

La prima de riesgo es un dato, sí, pero si no se tiene en cuenta cual es la deuda total, a que tipo está la mayor parte de esa deuda y cuál es el PIB, el dato de la prima de riesgo no sirve absolutamente para nada más que para sacar titulares y preocupar a todo un país.

Pero ¿es que estamos todos locos? ¿A que han venido toneladas de papel impreso y horas de radio y televisión hablando de la prima de riesgo, amenazando con una intervención si llegábamos a los 200 puntos básicos, luego a los 300, luego a los 400 y después hablar de si resistiríamos mucho o poco tiempo con el diferencial en 500? Y todo para que en diciembre bajase hasta los 292 y todo el mundo se olvidase del asunto, cuando a día de hoy estamos otra vez en los 342,71 puntos y a nadie parece importarle un pimiento ni esto, ni el tipo al que esté el bund, que es lo que marca el diferencial.

Otro caso más del colectivo idiotizamiento al que nos someten y del que desde este blog tratamos de salir muy a duras penas.

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