martes, 1 de enero de 2013

300 políticos imputados en España ¿Son muchos?

Publica hoy la prensa que en España hay 300 políticos imputados. Por empezar el año poniendo en duda lo primero que se nos viene a la cabeza popular, es decir, poner el grito en el cielo diciendo que es una auténtica barbaridad, lo primero que se me ocurre es plantearme si esa cantidad es alta, media o baja.

No encuentro datos comparativos por profesiones, es decir, no encuentro qué porcentaje de notarios, pescadores, pintores, o masajistas están imputados en España. Supongo que a nadie se le ha ocurrido hacer ese ejercicio o si lo ha hecho alguien, desde luego no lo ha publicado.

Pero tampoco es demasiado relevante ya que a día de hoy nadie en el mundo sabe cuantas personas se dedican a la política en España. El único dato fue publicado por el grupo Intereconomía, pero se basaba en datos abiertamente falsos, como por ejemplo incluir como políticos a todos los trabajadores de todas las empresas públicas, lo que es lo mismo que decir que los empleados de ADIF que se dedican, por ejemplo, a las reparaciones de la catenaria de nuestras vías ferroviarias, son políticos.

El caso es que es el único dato disponible, malo pero disponible: en España hay 445.000 políticos.

Y la operación matemática es muy sencilla y su resultado bastante claro: los políticos imputados representan un 0,67 por mil de los políticos.

A mi el dato en sí, el dato frío, no me parece precisamente escandaloso y desde luego no se parece ni por asomo a la percepción que los ciudadanos tienen de los políticos. Pero vamos a desmenuzarlo para saber si es un dato bueno, malo o regular.

En primer lugar, sabemos que hay menos de 445.000 políticos en ejercicio, pero de otra parte tenemos que contar que muchos de esos 300 son ex-políticos, es decir, personas que ya no ejercen ningún cargo público y por tanto no es sobre esos 445.000, o lo que es lo mismo, sobre los políticos en activo, sino sobre éstos más los que ya no están en política, que no son pocos, sobre los que hay que hacer el cálculo.

La segunda cuestión a tener en cuenta es si se imputa a todos los que se debería o hay muchos sin imputar que deberían estarlo. Este dato si que es imposible de determinar, puesto que de una parte no se puede imputar a nadie sin pruebas, y las pruebas son siempre difíciles de obtener, por mucho que los políticos que están en la oposición se pasen sus días escudriñando cuantos documentos caen en sus manos, para intentar imputar al político rival contra el que siempre se tira a degüello, por aquello de tratar de inhabilitarlo y poder gobernar el ayuntamiento, la comunidad o el Estado que sea, por mucho que luego los electores sean caprichosos y los partidos con políticos imputados vuelvan a obtener mayorías absolutas.

La tercera cuestión es saber si los jueces tienen los medios y la voluntad de imputar a todos aquellos que habiéndose hecho acreedores de tan ominoso título, llegan a tener un asunto en la mesa de un juzgado, o por el contrario, se imputa sin tasa ni medida.

No sería mala cosa que alguien, político o funcionario, periodista o sindicalista, o catedrático de universidad cualquiera, se tomara la molestia de poner al alcance de los ciudadanos semejantes informaciones, que nos serían de gran utilidad a la hora de saber si nuestros políticos, en términos generales, son realmente -no en términos de percepción pública sino de realidad- honestos o corruptos.

Feliz 2.013.

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