jueves, 13 de febrero de 2014

Tootsie y los derechos del hombre frente a la mujer

Hace no mucho tiempo, Dustin Hoffman reconocía que el papel que más ha marcado su vida fue Tootsie, en el que representaba a un aspirante a actor que harto de ser rechazado en castings decide disfrazarse de mujer para conseguir un papel, en el que triunfa, y que a raíz de ese papel se dio cuenta de que si en una fiesta hubiese visto a una mujer con su propio aspecto (era fea incluso para ser él mismo disfrazado de mujer) no se hubiese acercado nunca, lo que implica que él se hubiera perdido a alguien tan interesante como él mismo.

Da que pensar. Especialmente si eres hombre.

He visto recientemente el algo sesgado corto francés Opressed Majority  que sinceramente es muy ad hoc para lo que hoy quiero reflexionar con vosotros.

¿Cuantas veces se enseña a los niños a ponerse en el lugar de los demás? ¿Cuánto premia nuestra sociedad a quienes se ponen en el lugar de los demás, y cuánto a los que sacan partido aunque sea a costa de los demás?

¿De qué os quejáis ciudadanos? ¿Qué exigís a vuestros gobernantes que no hacéis vosotros?

Yo por mi parte me esfuerzo cada día en dormir tranquilo conmigo mismo. Jamás permitiré a nadie abusar de ser guapo o rico o más inteligente, o con más poder económico, ni perderé mi honra por un barco. Sigo prefiriendo mi honra sin barcos (ahora llamados euros) y no me permito perderme a personas por ser feas o estar sucias o ser pobres o mal educadas.

¿Odiáis a los políticos? Pues empezad a distinguir entre políticos con estómagos agradecidos y políticos preocupados por los demás y descubriréis un nuevo mundo lleno de personas que hacen lo que sea por los demás.

Muy importante es que dejéis de votar  los primeros y empecéis a votar a los segundos. Aunque sólo sea por la cuenta que os trae, y esta última frase está destinada sólo a los que votáis por simple, lamentable y puro egoismo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario