miércoles, 23 de octubre de 2013

Mortadelo....¡Está vivo!

Es cierto que la edad no cuadra del todo, aunque casi, porque el inconmensurable Ibañez empezó a desarrollar sus Moratdelo y Filemón allá por el año 58, pero es que tampoco cuadra que un personaje de TBO (ahora comic, pero antes TBO) salte del papel a la realidad con tanta gracia y con un estilo tan suyo, con esa impronta genial, ibérica profunda, concienciada, en la que nunca salen las cosas como estaban planeadas.

Ha aparecido en un caso de alto espionaje, como es su especialidad de toda la vida. Mandado sin duda por el super a robar la información más supersecreta del momento.

Y disfrazado, como no. Y con armamento de la época. Claro que el pobre anda ya algo mayor.

Imagino que llevaban mucho tiempo planeando la operación. Mapas, horarios, seguimientos, búsqueda de información, los planos del inmueble discretamente sustraidos de la Gerencia de Urbanismo, preguntas a los vecinos sobre las costumbres de los habitantes...

Y por fin llegó el día. Mortadelo recoge su arma, se pone su disfraz y se dirige con la diligencia que siempre le ha caracterizado a la casa de Luis Bárcenas a robar los pen drive. Disfraz elegido: el de cura que siempre da confianza. A sus 64 años, sale de Cuenca por la mañana, sin demasiado madrugón porque el golpe será a las 16:30 h, y tal como lo planearon, sigue al pié de la letra las órdenes, entra en la casa y ata con bridas a las sillas a la mujer de Bárcenas, a su hijo, a la empleada de hogar y a un escolta que allí había (esto aún no está claro, porque hay medios que dicen que llegó después), mientras les apunta con una pistola de antes de la Guerra Civil, con munición, eso sí, de fogueo. Un arma que en nuestra legislación está considerada como de  coleccionista y no requiere licencia alguna, básicamente porque si a alguien se le ocurre disparar con semejante armatoste lo más probable es que solo logre volarse algún dedo de su propia mano. Pero él no teme a estas pequeñeces. Tras amordazarlos les exige que le entreguen los pen drives y discos duros que haya en la casa. 

Y ahora viene Ibañez con su genialidad y hace que se liberen de las bridas el hijo, el escolta, y ¡la empleada de hogar!, que por mor de adecuarnos al estilo del TBO habremos de llamar criada, con todos mis respetos a cuantas empleadas y empleados de hogar hay en el mundo, pero, continuando con el relato, los tres se sueltan de sus ataduras, lo que permite que los dos primeros se abalanzan sobre Mortadelo y lo reduzcan (a su mínima expresión, supongo) mientras la criada, fiel a su misión, recoge el arma del suelo y en un arrebato sale corriendo al bar, pistola en mano, a esperar a la policía, mientras Rosalía Iglesias, a la sazón mujer de Bárcenas, saca medio cuerpo por la ventana gritando ¡Socorro! ¡Socorro! 

Para quien no conozca la calle Príncipe de Vergara de Madrid, donde se encuentra el lugar de los hechos, hágase idea de calle de dos carriles por sentido más carril bus, a las 17:30 h. No creo que la oyese ni el cuello de su camisa, pero en fin, en esos momentos de tensión extrema, a cualquiera nos puede dar por cosas peores.

Espero que el lado rocambolesco de la historia pare ahí y no haya quien le acuse de espionaje, por aquello de que el CNI andará en estas épocas de estrecheces muy justo de presupuesto, y como lleva años con la oferta de empleo público cerrada y no habrá podido reclutar nuevos agentes, pues tendrá que andar mandando de misión a algunos que en otros tiempos hubieran tenido ya su destino en oficinas, resguardaditos del frío y del calor.

Es que si no es eso, tendrá que ser que realmente Mortadelo se ha convertido en personaje real y ha sido el autor material de los hechos.

Pero tras este pitorreo, por que en mi opinión esto es lo que merece este capítulo de lo que mi buen amigo Guillermo ha dado en llamar "esperpento español en estado puro", definición esta que me sé incapaz de superar, lo que me ha sorprendido, y mucho, es que la prensa haya publicado el nombre y los dos apellidos del asaltante. No ha puesto como en otras ocasiones "que responde a las iniciales E.O.G", sino que podemos lees su nombre completo: Enrique Olivares García, de Cuenca para más señas. No es casualidad, sino ganas de clarificar y de evitar suspicacias, que claro que las habrá y que por supuesto van a dar más de un trending topic esta semana en el que la izquierda acusará a la derecha, esta a la izquierda, IU se compadecerá del Sr. Olivares y UPyD opinará por separado, porque mientras la Sra. Díez dirá que esto es culpa exclusivamente de la falta de unidad de España y de la larga lista de delincuentes políticos de los dos grandes partidos, Toni Cantó llamará cualquier cosa a la empleada de hogar por bajar pistola en ristre al bar, que por cierto, vaya susto se habrá llevado más de un parroquiano al ver entrar a una mujer pálida, alterada, con cara de susto y un revolver en la mano.

Y lo malo de esto es que cuando en España pasa algo raro, este algo se repite. Si alguien fallece en accidente de moto de agua, ese verano mueren seis, pero ya nunca más fallece nadie de la misma guisa. Si un pitbull ataca a su dueño, ese mismo mes se producirán tres ataques más, y ya ningún pitbull volverá a atacar a dueño alguno en el resto de la década. Y nunca me ha sabido explicar periodista alguno si es que en España las cosas suceden de cinco en cinco o es que sólo es noticia que una cigüeña detrás de otra mueran electrocutadas durante los dos meses siguientes a la primera publicación y ya no vuelven a publicarlo nunca más por muchas que caigan, pero el caso es que así suele suceder. Por si acaso que se preparen en Bárcenas House porque es mejor prevenir que curar.

Sabéis que no soy aficionado a comentar las cosas cuando suceden, sino que prefiero reflexionar, averiguar qué hay detrás y después escribir, pero es que este caso "mortadélico" me ha superado y como se presta a la risa y hasta a la carcajada, no he querido resistirme. Desde luego si lo coge Santiago Segura hace otra peli de taquillazo y se vuelve a forrar, porque a nada que se introduzca el espionaje en el guión, y tras la detención se le interrogue con comisario y funcionario estilo TBO... da para una peli y para más.

Vaya por delante mi solidaridad con los secuestrados que habrán pasado la hora más larga de sus vidas y estarán pasando una noche horrorosa que de verdad, no se la desearía yo a nadie, con independencia de la catalogación moral que alguno de ellos pudiera merecer a alguien.

Seguiré tratando de averiguar por qué han publicado el nombre completo y por qué las cosas suceden de a cuatro en fondo en España. Feliz semana.


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